Oficio Tradicional del Organillero-Chinchinero

 
Imagen Oficio Tradicional del Organillero-Chinchinero
Historia: 

¿Sabías que los primeros organilleros se remontan aproximadamente a la década de 1880? Eran organilleros errantes provenientes de Europa, especialmente genoveses y saboyanos, que visitaron las ciudades portuarias del centro del país, especialmente Valparaíso y probablemente Talcahuano-Concepción. En los últimos años del siglo XIX va a comenzar la actividad de organilleros chilenos, tras el arribo de cultores extranjeros que se habrían radicado en el país y las primeras importaciones de aparatos.

 

El oficio tradicional del organillero-chinchinero es un patrimonio cultural de quienes cultivan y trabajan el oficio, con estricto apego a la tradición que se ha forjado en Chile. En la mayoría de los casos estos cultores han heredado el oficio de sus familiares, registrándose casos de familias de tres y hasta cuatro generaciones vivas en el cultivo del oficio. No obstante, hay quienes han comenzado más recientemente que sin tener lazos consanguíneos con antiguas familias de organilleros, han aprendido de ellos el oficio mediante una enseñanza generosa y solidaria, en que el móvil principal es formar nuevos cultores para que la actividad no desaparezca. Lo que se reconoce como patrimonio entonces, no es necesariamente el hecho de pertenecer a una familia, sino la forma de trabajar, pues es eso lo que define el estilo de vida y la forma no apatronada de ganarse la vida.

 

Por lo anterior, un organillero chileno es aquel que trabaja de acuerdo a la tradición que se desarrolló en Chile. Y esta tradición, que es distinta de las tradiciones de organilleros de otras latitudes, consiste en el dominio de un conjunto de destrezas y habilidades que son condición del oficio en Chile. Este oficio ha sobrevivido gracias a sus cultores, ya que, durante el siglo XX desapareció casi en todo el mundo. Esta supervivencia es expresión de la voluntad de los organilleros por conservar oficio, su estilo de vida y mantener vivo el interés del público que constituye la audiencia leal sin la cual el oficio, en cuanto práctica laboral, no existiría. 

 

Además se considera que el chinchinero que baila al ritmo de la música del organillo es también parte de este oficio, dado que históricamente está demostrado que organillero y chinchinero han sido un dúo inseparable por casi un siglo, conservando viva una destacable tradición del arte callejero.

 

El oficio ha sido una práctica eminentemente urbana, ya que siempre ha dependido de un público que transite en forma masiva por algún punto espacioso, en el cual pueda detenerse por algunos minutos a escuchar y presenciar el improvisado espectáculo que los organilleros suelen ofrecer por una propina voluntaria. El oficio se practica en las principales ciudades del centro del país: Santiago, Valparaíso y Viña del Mar. Pero se sabe que en el pasado también hubo actividad en las ciudades de Rancagua, Concepción, Valdivia y Puerto Montt. No obstante, durante el tiempo de verano la actividad migra a diversos puntos y ciudades balnearios, de modo que es común en enero y febrero encontrar organilleros en El Tabo, El Quisco, Cartagena, Algarrobo, Zapallar, Con Con, Valdivia, Villarrica, Pucón, La Serena, entre otros.

Por su parte, la tradición organera alemana, que es la tradición a la que responden los organillos chilenos, fue ingresada en diciembre de 2017 por UNESCO a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, como una tradición y disciplina propia y separada del organillero.

Lugar

Valparaíso y otras ciudades
Valparaíso

Clasificación

Otros

Rompecabezas

Fácil

Oficio Tradicional Organillero-Chinchinero